Esta es lo que se llama un receta de aprovechamiento. Y es que había comprado unas mandarinas que para mi gusto eran limones (mi cara probándolas era un poema, aunque no hace falta mucho) y llevaban unos días en el frutero cantándome eso de:
"Cómeme o tírame pero no me tortures con otro amanecer" (no vendrán a perseguirme para que pague derechos de autor no???)
Y las tuve que hacer caso. Así que cuando vi la receta de masa quebrada de La Cuinera se me encendió la bombilla y preparé estas tartaletas.
Me ha encantado esta masa y nada complicada. Como relleno una crema pastelera que lleva en mi familia muchos años, del gran Pedro Subijana (sacada de un libro que le regalaron a mi madre), y que no falla. Queda deliciosa.
Y para rematar las pubrinas mandarinas. Cuchillo afilado en mano me dispuse a sacarles los gajos y dejarlos limpitos para hacerlos en un almíbar ligero.
Debo decir yo, que no soy amante de la fruta, que es una forma fantástica de consumirla, ja ja ja. O no? ;-)
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