domingo, 27 de septiembre de 2015

Rollos trufados, una receta en estudio

Estaba dándole vueltas al coco pensando en algo nuevo para hornear cuando abrí el armario y vi la sal con aroma de trufa y aceitunas negras que compré en el supermercado Dia y uso para darle un toque especial a algunas ensaladas y otros platos.
 

Y se me ocurrió preparar la masa de los rollos de canela pero en versión salada, con esta sal aromatizada. Cogí la receta que usé para estos rollos y sustituí la sal normal por ésta y una vez levada y estirada unté mantequilla y eché más sal. Este fue el error ya que resulta demasiado salado pese a que la mezcla dulce y salado me encanta.
 

Para la próxima el relleno será tipo tomates secos hidratados o alguna mezcla de especias que no tape el trufado pero que me ayude a simular la mezcla de canela de los cinnamon rolls originales.
La masa sola con ese toque trufado está buenísima y los rollos quedaron monísimos, así que hay que seguir innovando e investigando. Seguiremos informando!!!

domingo, 20 de septiembre de 2015

Bizcocho de zanahoria y coco garrapiñado

Sí, sí, habéis leido bien, coco garrapiñado. Cada año me traen nuevas variedades y esta vez le ha tocado al coco. Tenía mono de hornear y la nevera llenita de zanahorias del huerto, así que me pareció una combinación interesante.


Quería preparar un bizcocho sin tener mucho remordimiento a la hora de catarlo así que los ingredientes son lo más sanos posibles. Al fin y al cabo en el desayuno necesitamos un aporte para aguantar la mañana de curro y si tiene un aporte extra de fibra mejor que mejor!
Aceite de oliva, azúcar moreno, huevos camperos, harina integral, zanahorias de la huerta y un toque de coco garrapiñado. Ni más ni menos. Al molde Heritage y en 40 minutos estaba listo!


Me encantan los bizcochos con zanahoria (y con otras verduras y hortalizas), quedan húmedos y muy ricos. El toque de aceite de oliva está buenísimo y el coco le aporta textura.


Cómo lo veis? Os apetece un trocito?

martes, 15 de septiembre de 2015

Tallarines caseros



Hace unos meses me compré la maquinita para hacer pasta en casa y no la había estrenado. Como me parecía un delito tenerla ahí parada aproveché un sábado que tenía tiempo para ponerme manos a la obra. Busqué recetas por la web (sin saber que la maquinita traía receta) y me decanté por una de Directo al paladar que no parecía complicada.

La proporción era 500 gr de harina por 3 huevos, yo la adapté a dos huevos para que no me saliera mucha cantidad, aún así para dos es mucho, sería para cuatro. He de decir que tuve que añadirle 4 cucharadas de agua para que ligase, para la próxima probaré la receta de la maquinita que indica 1 huevo por cada 100 gramos de harina y os cuento para comparar recetas.

Me sorprendió lo bien que me salió, en serio. Ni en mis mejores sueños iba a pensar que me quedaría una masa tan lisa, que no se pegaba nada y a la que no tuve que añadir ni pizca de harina para manejarla.

Como indicaba la máquina la pasé por los rodillos, inicialmente varias veces en la posición 1 y luego fui estrechando hasta la 7, me pareció un grosor adecuado para mis tallarines. En una segunda tanda que preparé llegué hasta la 8. Para cortarlos utilicé el accesorio que viene integrado en la máquina.
Mirad qué largura!
Me pareció súper fácil. No sé si sería la suerte del principiante, habrá que darle más uso a la maquinita…

Los cocí unos 4 minutos y listos! Acompañados de unos boletus fueron una auténtica delicia.

domingo, 6 de septiembre de 2015

La vuelta al cole

Hola a tod@s! Ya ha llegado la temida vuelta al cole y este año para mí está siendo bastante dura. A finales de julio os avisé a través de las RRSS que estaría ausente por motivos personales. Mi madre tuvo un pequeño accidente y acudí rauda y veloz al pueblín para echarle una mano en lo que pudiera, a ella y a mi abuela.
Al principio pensé que se me haría cuesta arriba, hacía muchos años que no pasaba tanto tiempo allí, sin internet, sin cobertura, sin tiendas, jijiji... Pero descubrí que lo necesitaba, era perfecto para desconectar y coger fuerzas. Será que me estoy haciendo mayor...
He pasado mucho tiempo con mi madre y mi abuela, cosa que he disfrutado muchísimo pese a nuestros rifi rafes por choque de caracteres (dicen que tengo el mismo carácter que mi abuela, pobre mi madre con las dos!). Han sido momentos únicos que no se pueden olvidar.
Aunque allí no tengo un horno en condiciones y no he podido repostear he cocinado y mucho. Cosas muy ricas, unas siguiendo las directrices de mi madre y otras de mi bolsillo. He pelado más ajos este mes que un año entero en mi casa, y es que mi madre lo utiliza para todo.
Hemos disfrutado las primeras delicias de la huerta...
 

El pan de hogaza tan rico con unas gotas de AOVE (gloria bendita!)...
 

Un buen cocido, que allí hace fresquito y se agradece todo el año...
 

He preparado croquetas para un regimiento (aunque nos las comiéramos entre cinco)...
De cocido, que no pudimos con todo...
He sorprendido a mi madre y a mi tía preparando pesto casero por primera vez (subidito de ajo pero buenísimo)...
 

He degustado las mollejas guisadas del Cubasol (visita imprescindible en Astorga)...
Se me han caído las lágrimas con la fabada de mi madre...
Sí quemaba, pero me refiero a lo rica que estaba
Y también ha cocinado mi hermano (la barbacoa es su fuerte)...
 

Y no sólo eso, he disfrutado con la familia en las fiestas,  hemos prometido vernos más a menudo (espero que no caiga en saco roto!), y hemos descubierto rincones únicos...
Cascada del Gualtón (Carracedo de Compludo)
En resumen, me he dado cuenta de lo que me hace realmente feliz. Esas cosas pequeñas que te sacan una sonrisa: un abrazo de mi abuela, despertarme con el canto de los pájaros,  reírme como una loca con mi madre, tomarme una copichuela con mis primos mientras recordamos viejos tiempos, que mi media patata llegue por sorpresa para quedarse unos días, e incluso hacer de peón de obra para mi hermano... lo dicho,  será que me hago mayor...