Ya sé que casi todo el mundo lo dice, pero es que yo tengo la mejor madre del
mundo. En serio ;-)
Por eso para compensarle un poquito todo los que nos ha dado, hace un par de años
mi hermano y yo le preparamos un viaje sorpresa, uno que le hacía mucha ilusión.
Nos fuimos a Italia y visitamos Lucca, un lugar especial para ella y para mi
también.
Así que este año para su cumpleaños decidí prepararle una tarta con un recuerdo
de aquel viaje.
Hay una tarta de una confitería del barrio que nos gusta especialmente, nos evoca a cuando éramos niños porque era la que siempre compraba mi madre por
nuestros cumpleaños, así que intenté reproducirla ahora que estoy metida en la
racha tarteril!
La base es un bizcocho de vainilla (con harina "casera") con almíbar y está
rellena de nata y nueces.
Nos ha gustado mucho. Me quedé corta con el almíbar como siempre, porque me da
miedo pasarme y que se desmorone!!! Pero el resultado excelente, nos encanta
la combinación nata y nueces.
Aquí tenéis el detalle de los laterales. Con la boquilla de hoja intenté simular un ruffle cake. Para ser la primera no me quedó mal del todo aunque la nata siempre tiene menos consistencia que la buttercream...
Nos dio pena cortarle la cabeza a las presentes en la foto :-| así que las fuimos
esquivando...jeje
Por cierto, por fin trajeron al Ikea la base rotatoria que me habían recomendado (se ve en las fotos)
y facilita el trabajo muchísimo para decorar las tartas. Recomendada 100%
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