domingo, 20 de diciembre de 2015

No hay Navidad sin roscos de vino

Y es que es uno de mis dulces favoritos de estas fechas,  incluso me atrevería a decir que es el que más me gusta de todos (después del roscón claro).
El año pasado en el taller de pastelería navideña que hice de la mano de Luis Olmedo (My european cakes) preparamos roscos de anís y no eran exactamente los roscos que yo recordaba del surtido que mi madre ponía por Navidad.


Así que este año he decidido variar la receta y adaptarla a lo que yo podía suponer que llevaban los otros. Éste ha sido el resultado, me han quedado de sabor calcados.
La variación ha sido cambiar el anís  (licor) por un vino de Serrada, haciendo homenaje a mi tierra y dándole otro uso a un vino que solemos utilizar para cocinar, sobre todo en los guisos. Otro cambio ha sido el azúcar del rebozado. En lugar de azúcar granulado he usado azúcar glas, queda un resultado más fino en boca.


Los anises los he conservado ya que recuerdo que los comprados también tienen pero los pasé por el mortero para que no se notasen tanto al masticar.


Ya os digo que el resultado es delicioso. Y son muy muy fáciles. Y vosotros? Os animáis a preparar vuestros dulces navideños? Yo me veo más pillada de tiempo que otros años pero el roscón no lo perdono!
A calentar el horno para los días que llegan!

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